martes, 16 de junio de 2009

Pasaporte

Él tiene seis años más que yo. Come la carne roja, yo la prefiero a punto. A él le gusta el whisky, yo soy más de la cerveza. No vota, a mi me encanta la política. Él habla español como Tarzán y yo apenas entiendo el italiano. Él escucha música electrónica, yo sigo deleitándome con un tipo como Drexler. Es muy europeo y yo soy 100 por ciento argenta. Él no conoce el sur, yo apenas di una vuelta por arriba. Se fue de una gran ciudad a vivir cerca de un lago, yo dejé el lago para venirme a una gran ciudad. Es tímido, y yo no tengo filtro. Fuma un atado de cigarrillos por día, yo no llego a los seis puchos. Apenas sabe quién es Kristina, yo conozco a Berlusconi y todas sus novias. Le gusta dormir en remera, yo soy de las que duermen en bombacha. Vive solo, yo vivo con Pipi.


Igual nos volvimos locos mutuamente.

miércoles, 3 de junio de 2009

Edipo

Yo voy a ser absolutamente feliz el día que conozca un hombre que me cuide. El día que un tipo se emocione por mí como nadie. El día que un hombre se juegue la vida solo por mi existencia. El día que la persona que esté a mi lado me diga siempre la verdad, pero dulcemente. El día que alguien dedique sus respiros por mí. El día que admiren mis virtudes, pero también saquen lo bueno de mis defectos. El día que yo sea lo más importante del mundo para alguien. El día que mi felicidad sea la prioridad del otro. El día que me amen sin reparos. El día que un hombre me banque todos los caprichos. El día que alguien piense en mí al menos un ratito todos los días. El día que alguien se mueva para que yo cumpla mis sueños. El día que una persona me respete tal cual soy.

El día que alguien me quiera incondicionalmente. Como mi papá.


lunes, 1 de junio de 2009

La vuelta

Después de meses sin siquiera entrar a “Gente con swing”, volví. Fue gracias a un amigo al que leí. Me dieron ganas de escribir a mí también.
Cuando entré, vi que algunos habían dejado por ahí escrito que les daba lástima mi ausencia. Más ganas de escribir.
Salí una hora a la calle para hacer trámites y me senté por primera vez en mucho tiempo a tomar un café, fumar un cigarrillo y ver la gente pasar. Y me puse a pensar en la cantidad de cosas en las que uno puede pensar. Más ganas de escribir.
Empecé a recordar la razón por la cual había dejado de postear. Final de la carrera, trabajo cansador, algunas volteretas. Todas giladas me parecieron. Más ganas de escribir.
Justo empecé a leer más últimamente, También había dejado de lado ese hábito debido a todas las giladas anteriores. Y leer también te incita a querer plasmar lo propio. Más ganas de escribir.
Redescubrí la música de Jorge Drexler, que me gusta para pensar y repensar; en Buenos Aires empezó el frío; volví de un viaje increíble, el mejor de mi corta vida; tengo varios planteos dando vuelta en la cabeza. Todas buenas razones para tener más ganas de escribir.
No hay nada más que decir. La vuelta de Merlina. Ojalá me reciba la misma gente con swing de siempre.