martes, 6 de abril de 2010

Fame

La gente te ama y la gente te odia. Yo no sé.

Los que te conocen dicen que sos mala persona. Los que te conocen de lejos dicen que sos un crack. Los que nosotros conocemos de cerca me dicen que sos trepador. Los que no te conocen dicen que tenés un futuro prometedor. Yo no sé.

Algunos dicen que tenés más de una personalidad. Y otros dicen que sos auténtico. Los que andan alrededor tuyo dicen que sos soberbio. Los que sólo te ven por la tele dicen que sos muy carismático. Yo no tengo idea.

Nuestros compañeros dicen que sos canchero y agrandado. A los que les firmas autógrafos les parece que sos simpático y humilde. Los que trabajan con vos dicen que sos egoísta. Los que te escuchan en la radio dicen que sos el mejor en lo tuyo. Yo no se nada.

Y así, me confundo. Los medios te transforman y yo no logro sacarte la ficha. Pero nadie sabe ni un poquito como sos cuando estás conmigo solo, tapado únicamente con las sábanas. Y yo tampoco.

O sí, un poco. Y me lo guardo para mí, porque ese es el VOS que más me gusta.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Creo que he visto una luz al otro lado del río

Ayer fue la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Uruguay. Y como se venía diciendo desde hace una semana, José “Pepe” Mujica fue electo presidente del país chiquito de América del Sur y asumirá el 1 de marzo del año que viene.

Sí, sí, sí. ¡Mujica, carajo! Me alegro por ustedes, hermanos fronterizos. Me alegro porque saben votar mejor, porque se animan a los cambios (aún dentro del Frente Amplio) y porque son mejor gente que nosotros. Me alegro porque ayer festejaron en familia, porque salieron a la calle aún con tormenta y porque todos los ciudadanos tenían banderas. Me alegro porque son bien murgueros y ayer debe haber sido una fiesta popular. Ahí, en la otra costa del bendito Río de la Plata, hay gente con mate debajo del brazo que está feliz por la decisión democrática. Y acá yo también, me pongo feliz por ellos. Ganó Mujica: creo que he visto una luz al otro lado del río.



“Sobre todo creo que no todo está perdido. Tanta lágrima, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacío. En este lado del mundo, lo que no es presa es baldío. Creo que he visto una luz al otro lado del río” (Jorge Drexler).

sábado, 31 de octubre de 2009

La isla bajo el mar

´Cayeron abrazados sobre el colchón, pasado a humedad y abandono, y se amaron en la oscuridad, en total silencio, sofocados de palabras mudas y gritos de placer que se deshacían en suspiros. Mientras estuvieron separados, él se había desahogado con otras mujeres, pero no había logrado aplacar su apetito de amor insatisfecho. La recordaba alta, abundante, generosa. Ella se volvía espuma debajo de él. En la zozobra y la voracidad del amor tan largamente contenido no alcanzó a penetrarla y en un instante se le fue la vida en un solo estallido. Se hundió en el vacío, hasta que su aliento hirviente en el oído lo trajo de vuelta al cuarto. Ella lo arrulló, dándole golpecitos en la espalda, y cuando sintió que empezaba a renacer lo volteó en la cama, inmovilizándolo con una mano en el vientre, mientras con la otra y sus labios mórbidos y su lengua hambrienta lo masajeaba y lo chupaba, elevándolo al firmamento, donde se perdió en las estrellas fugaces del amor imaginado en cada instante de reposo y en cada pausa de las batallas y en cada amanecer brumoso. Incapaz de sujetarse por más tiempo, el muchacho la levantó por la cintura y ella lo montó a horcajadas, ensartándose en ese miembro quemante que tanto había anhelado, inclinándose para cubrirle de besos la cara, lamerle las orejas, acariciarlo con sus pezones, columpiarse en sus caderas atolondradas, estrujarlos en sus muslos de amazona, ondulando como un anguila en el fondo arenoso del mar. Retozaron como si fuera la primera y última vez, inventando pasos nuevos de una danza antigua. El aire del cuarto se saturó con la fragancia de semen y sudor, con la violencia prudente del placer y los desgarros del amor, con quejidos ahogados, risas calladas, embistes desesperados y jadeos de moribundo que al instante se convertían en besos alegres. Tal vez no hicieron nada que no hubieran hecho con otros, pero es muy distinto hacer el amor amando´.

Ojalá lo hubiera escrito yo, pero no. Lo escribió la chilena Isabel después de escribir tantas otras cosas que me partieron la cabeza durante mi adolescencia. Pero lo leo aunque no lo haya escrito, y lo comparto con ustedes: el amor de Zarité y Gambo. Espero que todos hayan tenido uno de éstos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Lapsus

El término lapsus de Freud es muy usado en psicoanálisis para definir una manifestación del inconsciente en forma de un equívoco que aparece en la expresión consciente.

Lapsus el mío. Lapsus el de mi computadora que se quedó sin disco rígido de un día para el otro. Lapsus el de la Selección, que está casi quedándose afuera del Mundial del año que viene. Lapsus el de la chica de la fotocopiadora, que me vendiò cualquier cosa. Lapsus el de mi psicóloga, que esta semana me cambió cuatro veces de horario. Lapsus el de mi hueso, que la última vez terminó tan rapidito. Lapsus el del canal, que el único móvil que tiene hoy a la mañana es en la casa de Piazza por un robo. Lapsus el de mi amiga Ro, que tardó cuatro meses en tener relaciones con su chico. Lapsus el de mi lavarropas, que hace un ruido espantoso. Lapsus el de lo subtes, casi de paro hoy. Lapsus el de este invierno fallido con días de calor y frío. Lapsus el mío.

jueves, 16 de julio de 2009

Aniversario

Mamá y papá cumplen hoy 27 años de casados. Antes, estuvieron cinco años de novios. Eso suma más de 30 con la misma persona al lado.

Por supuesto, tuvieron sus altibajos, pero ni mis hermanos ni yo llegamos a enterarnos. Jamás durmieron enojados en camas separadas. Jamás se pelearon frente a alguno de los cuatro.

La última vez que anduve por mis pagos, hace tres semanas, andaban a los besos como adolescentes de quince años. Mi viejo prende el fuego de la chimenea, se tira en el sillón y ella le hace caricias en la cabeza. Hacen eso todos los domingos de invierno desde que yo tengo memoria. Y hace tres semanas, la tradición seguía intacta.

No son viejos. Al contrario, son tipos cancheros, con hijos de cabezas abiertas que lograron convertirlos en personas modernas. Nada los sorprende, pero todo los emociona.

Son una sociedad perfecta. Hacen negocios consultando al otro. Nunca se ocultaron nada. Todo lo llevan de la mano.

Dudo que alguna vez se hayan engañado: mamá lo terminaría diciendo de nervios y a papá se le notaría en los ojos.

Hace unos años, en un asado íntimo, papá nos dijo que cuando se vaya, a él le gustaría que tiren sus cenizas al Río de la Plata que tanto navegó. Mamá pidió que a ella también, para seguir juntos después.

Ojala algún día yo encuentre a alguien con quien compartir mi vida de esa manera. Salud, viejos, feliz aniversario.

martes, 16 de junio de 2009

Pasaporte

Él tiene seis años más que yo. Come la carne roja, yo la prefiero a punto. A él le gusta el whisky, yo soy más de la cerveza. No vota, a mi me encanta la política. Él habla español como Tarzán y yo apenas entiendo el italiano. Él escucha música electrónica, yo sigo deleitándome con un tipo como Drexler. Es muy europeo y yo soy 100 por ciento argenta. Él no conoce el sur, yo apenas di una vuelta por arriba. Se fue de una gran ciudad a vivir cerca de un lago, yo dejé el lago para venirme a una gran ciudad. Es tímido, y yo no tengo filtro. Fuma un atado de cigarrillos por día, yo no llego a los seis puchos. Apenas sabe quién es Kristina, yo conozco a Berlusconi y todas sus novias. Le gusta dormir en remera, yo soy de las que duermen en bombacha. Vive solo, yo vivo con Pipi.


Igual nos volvimos locos mutuamente.

miércoles, 3 de junio de 2009

Edipo

Yo voy a ser absolutamente feliz el día que conozca un hombre que me cuide. El día que un tipo se emocione por mí como nadie. El día que un hombre se juegue la vida solo por mi existencia. El día que la persona que esté a mi lado me diga siempre la verdad, pero dulcemente. El día que alguien dedique sus respiros por mí. El día que admiren mis virtudes, pero también saquen lo bueno de mis defectos. El día que yo sea lo más importante del mundo para alguien. El día que mi felicidad sea la prioridad del otro. El día que me amen sin reparos. El día que un hombre me banque todos los caprichos. El día que alguien piense en mí al menos un ratito todos los días. El día que alguien se mueva para que yo cumpla mis sueños. El día que una persona me respete tal cual soy.

El día que alguien me quiera incondicionalmente. Como mi papá.