viernes, 16 de mayo de 2008

11 y 6

Juguemos a que somos nenes. A que somos nenes que juegan a la mamá y el papá. Y vos sos mi novio y yo soy tu novia.
Y yo te hago la comida, y vos me mirás.
Y vayamos a andar en triciclo y agarrame la mano para cruzar la calle. Comamos helado de chocolate y ensuciémonos toda la cara. Dame piquitos chiquitos como con vergüenza, y casi ni me mires a la cara.
Acariciemos todos los perros de la calle y juntemos piedras con formas raras. Riámonos de cualquier cosa y contemos las estrellas. Ayudame a trepar un árbol, y hamaquémonos en la plaza. Contame un secreto y te juro que no lo cuento. Dejemos nuestras iniciales en el cemento. Y después cantemos hasta que pase el tiempo.


“Él carga con 11 y ella con 6. Y si reía, él le daba la luna” (Fito Paez).

4 comentarios:

Liliana dijo...

Ay, querida Merlina, hay un nudo bien apretado en mi garganta desde hace unos meses y, gulp!, te leo y me imagino así, tan niños, tan adultos pero niños... qué bien se sentía su mano al cruzar la calle.

Besos...

Nico Carletti dijo...

Ellos solos así, como tú lo cuentas Merlina, podrían más que el amor y serían más fuertes que el Olimpi, Merlina. No es tan facil, pero debería ser así. Todos tratamos de que sea así. El formato del que hablaba no es para amoldar un amor que no tenemos, sino que me refiero más a lo que esta pacata sociedad da por aceptado o no. Cuando hay amor de verdad ciertamente no se necesita ningún recipiende especial de nadie.

Señor Dontaquero dijo...

Yo siempre juego a ser niño. De lo contrario, la realidad ya me habría destruido desde hace mucho tiempo. De quien actúe como bambino es el reino de los cielos, dicen por ahí, ¿no? Abrazo desde México City.

Clauminara dijo...

Qué bonito es amar así, y qué bonito es vivir sin dejar de ser niño, encontrando la felicidad en un helado. Ojalá que nunca la vida logre "adultizarnos" demasiado.

Besos.